En una relación de pareja, el afecto suele ser uno de los pilares fundamentales para lograr una conexión profunda y duradera. Los psicólogos coinciden en que los gestos de cariño, la cercanía emocional y las muestras de ternura ayudan a fortalecer el vínculo y a que cada uno se sienta acompañado, querido y valorado.

Sin embargo, no todas las personas se relacionan del mismo modo. Mientras que algunas disfrutan del contacto físico, los halagos y los detalles románticos, otras tienen formas menos expresivas para demostrar lo que sienten. Y cuando esas diferencias no se conversan ni se comprenden, pueden derivar en malentendidos, frustración o incluso en un distanciamiento progresivo.

Entonces, ¿cómo convivir con una pareja que no es especialmente afectuosa? Según explican expertos en el sitio especializado Psicología Online, la clave está en comprender que una baja expresión emocional no necesariamente implica falta de amor. A menudo se trata de estilos distintos de vincularse o de historias personales que marcan la forma de expresar los sentimientos.

Las señales de una baja expresión afectiva

Entre los comportamientos que pueden indicar una menor demostración de afecto, los especialistas mencionan:

Poca frecuencia de abrazos, besos o caricias.

Ausencia de palabras amorosas o cumplidos.

Actitudes frías o distantes en la vida cotidiana.

Falta de gestos cariñosos en público.

Demostraciones afectivas que parecen forzadas o por compromiso.

Este tipo de actitudes pueden tener múltiples causas. Algunas de las más frecuentes, según los psicólogos, son:

Experiencias emocionales negativas: heridas de relaciones pasadas pueden generar una actitud reservada como forma de protección.

Estilo de apego y crianza: la forma en que se aprendió a dar y recibir afecto en la infancia influye en la adultez.

Cultura y creencias: hay contextos sociales o religiosos donde el afecto se expresa de modo más reservado.

Lenguajes del amor distintos: lo que para uno es cariño, para el otro puede no ser significativo.

Falta de comunicación clara: asumir que el otro “debería saber” lo que uno necesita sin decirlo genera conflictos.

Estrés o cansancio emocional: las rutinas, el trabajo y el agotamiento también pueden afectar la expresión del amor.

Estrategias para convivir con alguien poco demostrativo

Frente a estas situaciones, los especialistas proponen una serie de herramientas para evitar el desgaste emocional y fomentar la armonía en la pareja:

Hablar desde la empatía
Expresar lo que uno siente sin atacar ni exigir. Escuchar al otro también es fundamental para entender sus límites o formas de vincularse.

Reconocer otros gestos de amor
A veces el cariño se manifiesta en acciones como cocinar algo especial, acompañar en momentos difíciles o ayudar en lo cotidiano.

Tomar la iniciativa
Mostrar afecto sin esperar reciprocidad inmediata puede ayudar a abrir un canal de conexión emocional.

Trabajar la autoestima
Sentirse querido no debe depender exclusivamente del otro. Fortalecer la autonomía emocional ayuda a afrontar mejor las diferencias.

Revisar las expectativas
Si la necesidad de afecto no encuentra eco en el otro y eso genera un malestar constante, es válido preguntarse si el vínculo satisface las propias necesidades.